En la sesión del pasado lunes, comentamos la primera parte de Los Juegos de la Edad Tardía de Luis Landero. A algunos nos costó entrar en el imaginario de Landero, pues se nos hizo algo denso el estilo. Pero una vez superado ese escollo nos introdujimos en la historia de la saga de los Olías, con tres personajes idealistas y quijotescos: Gregorio, su tío y su abuelo. Eso nos llevó a debatir sobre el "afán": esa voluntad de superarse y alcanzar una meta a lo largo de la vida, uno de los temas principales del libro. Vimos el enfoque entre rústico y pragmático del abuelo que decía que había que colocarse un afán muy alto que nunca se pudiera conseguir, para así evitar frustraciones. Nos reímos con el episodio de la iniciación sexual de Gregorio y con el curioso episodio de la verbena entre Gregorio, Angelina y la suegra.
El diálogo acabó afluyendo hacia el poder de la imaginación en los niños y como la carencia obligaba a ejercitarla en aquellos años de escasez. Los niños de antes tenían poco pero imaginaban todo. ¿Y los de ahora? Eso nos preguntamos y acabámos sacando el tema de la educación hoy día, de las calles abandonadas por los niños. Y finalmente tratamos el shock generacional que se produjo tras la dictadura y cómo hubo una explosión de libertad, pero que últimamente se está truncando en libertinaje (pérdida de valores culturales, sociales, niños y adolescentes consentidos en exceso, fracaso escolar). Anatxu apuntó (y estuvimos de acuerdo con ella) que faltó una generación que sirviera de transición entre la que nació en dictadura y la que recibió la democracia.
El diálogo acabó afluyendo hacia el poder de la imaginación en los niños y como la carencia obligaba a ejercitarla en aquellos años de escasez. Los niños de antes tenían poco pero imaginaban todo. ¿Y los de ahora? Eso nos preguntamos y acabámos sacando el tema de la educación hoy día, de las calles abandonadas por los niños. Y finalmente tratamos el shock generacional que se produjo tras la dictadura y cómo hubo una explosión de libertad, pero que últimamente se está truncando en libertinaje (pérdida de valores culturales, sociales, niños y adolescentes consentidos en exceso, fracaso escolar). Anatxu apuntó (y estuvimos de acuerdo con ella) que faltó una generación que sirviera de transición entre la que nació en dictadura y la que recibió la democracia.
¿Qué opináis? ¿Por qué no llegó a jugar a la vida esa generación perdida?
Para rematar la faena, nuestra coordinadora Raquel propuso un juego/ejercicio, basado en los dilemas del señor Gregorio Olías sobre el misterio de las palabras, su sonoridad, lo que le evoca, las misteriosas conexiones con el objeto. Así pues, partiendo de una palabra que nos llame la atención por su sonoridad, tenemos que explicar qué sensaciones experimentamos al pronunciarla y qué vocales o consonantes dan énfasis a su pronunciación. Luego podremos buscar algún poema o composición donde esté presente esa palabra, o incluso escribir nosotros mismos un poema de un par de versos que contenga la misma. A quien le apetezca hacer el ejercicio y no pueda venir al taller, en este blog tiene su hueco. Para más información clickad más abajo en "¡Sigue Leyendo!!!".
Hala, ahí lo lleváis y quien quiera saber más del fantasioso Olías, a leer Los juegos de la Edad Tardía. El 13 de diciembre comentaremos la segunda parte. ¡Que viene Gil!