viernes, 22 de julio de 2011

WALL·E


Vamos a ir recordando las películas que hemos visto durante este curso en el Cineclub de Lecturas Libres. Empezamos por WALL·E, una bella fábula espacial, que disfrutamos durante la etapa en que leímos "Alicia". El pequeño robot WALL·E es el único ser superviviente de un planeta desolado por la contaminación, donde parece no existir vida desde hace siglos y la contaminación se ha apoderado de toda la superficie. Por el camino que vamos, parece una profecía de lo que está por venir. WALL·E es un encantador robot muy curioso que vive recogiendo piezas mecánicas y otros "juguetes" que él guarda como pequeños tesoros.Ya desde el principio descubrimos que el pequeño robot tiene emociones y sentimientos. Más tarde le veremos vivir un romance con la unidad EVA que llega de pronto al planeta en una gran nave programada por ordenador que va en busca de vida. Al principio EVA no hace mucho caso a WALL·E (más bien es un peligro para él) pero con el tiempo irá desarrollando una relación nada robótica. Mención especial a cómo estos robots muestran una tremenda variedad de emociones sólo con los ojos y con la voz. Divertida, entrañable y sugerente, esta bella película la disfrutarán tanto niños como mayores. Una reflexión sobre la sociedad hipertecnificada se esconde entre las deliciosas peripecias de estos robots.

domingo, 17 de julio de 2011

Crónicas del Club XII 13, 17, 19, 23, 29, 31, 37... 11 de julio de 2011 19:00 Jardín de Raquel

Creo que "El curioso incidente del perro a medianoche" es el único libro que he leído en el cual el número del capítulo es siempre mayor que el número de la página. Creo que sólo al final el uno alcanza el otro. Y es que la numeración está basada en los números primos, peculiar numeración para un peculiar protagonista: un chico de 15 años superdotado para las matemáticas, pero que tiene una variante de autismo lo que le dificulta extremadamente tener relaciones sociales y lo incapacita para tener sentimientos. "No puede evocar la belleza, algo hermoso, no tienen sentimientos, no pueden usar la parte emocional del cerebro." comentaba Francisca sobre las personas con este síndrome. Cristopher, que así se llama el protagonista, funciona estrictamente con la parte lógica del cerebro. Funciona mecánicamente, sólo toma decisiones lógicas. Muchos pensamos que en realidad eso estaría muy bien, nos quitaría muchos pesos de encima.

La contrapartida para Cristopher es que cuando algo le altera, de alguna forma se satura, se apaga. Tiene una memoria impresionante y es altamente receptivo. Pero sufre crisis terribles cuando lo sacan de su espacio vital frecuente. Recibe estímulos de todas partes y a la vez, lo cual lo colma de tal modo que no puede reaccionar más que gimiendo. Personaje curioso, historia curiosa, a la vez que sencilla y humana. Girando en torno a la muerte del perro de la señora Shears, la vecina de Cristopher. Historia narrada en primera persona desde el peculiar punto de vista de Cristopher lo que es quizá lo que más llama la atención, y lo que te hace "beberte" la novela en poco tiempo. No sólo narrada sino escrita por Cristopher, que explica las pesquisas que toma para averiguar quién mató al perro de la señora Shears, dado que tiene simpatía por estos animales. lEl incidente enlazará con una historia mucho más crucial para la vida del protagonista. Dada su incapacidad de mostrar sentimientos y su rigor lógico, el niño emplea todo tipo de dibujos y esquemas que excitan la curiosidad del lector y que a la vez cuestionan muchas ideas que tenemos (probablemente influídas por sentimientos irracionales). Pero aunque sólo le gustan las novelas de detectives y no es capaz de entender la poesia, Cristopher se esfuerza, siguiendo los consejos de su profesora Siobhan, en hacer una novela que la gente pueda leer, y emplea símiles y algún que otro recurso, pero siempre dando una explicación de por qué lo hace. Estos detalles conforman la genialidad de la novela.

Después de la sesión de comentarios, Ra nos ofreció un juego en el que teníamos que descifrar el significado de una serie de emoticonos. ¡Algunos son de los más complejos! Nos sentimos como Cristopher cuando es incapaz de descifrar los sentimientos en los rostros de la gente. Una novela muy curiosa y peculiar la de Mark Haddon, escritor que estuvo trabajando con niños Asperger. Para una de nuestras compañeras ha llegado la novela en un momento muy especial, puesto que se aventura en una asociación por la integración social de estos niños. Mucha suerte en su camino.